Estaba vestido con ropas sucias y zapatos gastados de tanto caminar... se veía hambriento... tenía frio.
Nos acercamos emocionados, y pusimos las mesas delante de él, y le ofrecimos aquello que con tanto cariño le preparamos: tamales y chocolate calientito.
Y se formó para tomar sus alimentos, y broméo con nosotros. Nos ayudó a colgar una lona y nos bendijo agradecido.
"cuando lo hiciste por uno de ellos,
por mí lo hiciste"
-Jesus.
por mí lo hiciste"
-Jesus.
|